MAGNET. http://magnet.xataka.com/
Mohorte.
Mala señal: las páginas de Economía de todos los periódicos europeos están llenas estos días de referencias
a la espectacular quiebra de Lehman Brothers. Tan infausto acontecimiento, detonante de la mayor crisis económica que nuestra generación ha vivido, se representa ahora revivido, como un fantasma tardío, en los parqués de todo el continente: las bolsas se están desplomando y los expertos hablan ya sin disimulo de un posible nuevo cataclismo financiero. ¿Quién es, en esta ocasión, el posible responsable de tanta alarma?
Deutsche Bank, el gigante alemán. ¿Pero qué está pasando y por qué hay tanta gente asustada?
Será mejor empezar por el principio.
¿Qué es Deutsche Bank?
Es un banco de inversión alemán.
Fue fundado en 1870, en pleno albur del primitivo capitalismo, y ha crecido lo suficiente durante siglo y medio para posicionarse, hoy, como la entidad financiera más importante de Alemania y una de las más relevantes del planeta. Tanto es así que, además de cotizar en la bolsa de Frankfurt, la más relevante de Europa, también lo hace en la de Nueva York. Como banco de inversión, su campo de acción no está orientado al gran público sino a operaciones de capital, de compra y venta de valores o de financiación y asesoramiento de grandes empresas,
entre otras diversas actividades.
Parece bastante grande, ¿verdad?
Es gigantesco.
A la izquierda tenemos el PIB de Alemania, el más grande de la Unión Europea. En el centro, el PIB de la Unión Europea, uno de los más grandes del planeta en conjunto. Y a la derecha, la exposición a derivados financieros de Deutsche Bank. Asusta. Su colección de activos tóxicos es impresionante, y su alto grado de apalancamiento le sitúa como uno de los principales riesgos sistémicos de la economía europea. Ya en 2013,
nuestros compañeros de El Blog Salmón escribían lo siguiente sobre la naturaleza del problema Deutsche Bank:
La práctica contable de enmascarar los niveles de riesgo de la banca llevaron al Deutsche Bank a los excesos de mantener más de 50 billones de euros en derivados financieros, suma equivalente al 75 por ciento del producto mundial y a casi 20 veces el PIB de Alemania. (...) En el mundo hay más de 700 billones de dólares en derivados financieros (casi 10 veces el PIB mundial) y gran parte de estos derivados responden a la denominación de activos tóxicos. Activos incendiarios que son recuperados con el dinero de los contribuyentes y que generan jugosas ganancias a los que siguen jugando a las sillas musicales.
Era una bomba incendiaria. Y hoy está a punto de estallar.
¿Y qué le sucede exactamente?
Entonces, ¿podría todo volar por los aires?
Ahora mismo,
la prensa económica internacional no habla de otra cosa. ¿Es Deutsche Bank el nuevo Lemahnn Brothers? Cuestionado al respecto, Google devuelve ya 541.000 resultados. Lo sea o no, el fantasma de un acontecimiento parejo al de 2008, cuando el hundimiento de un banco de inversión casi se lleva por delante a todo el sistema financiero internacional, es alto. Pese a que el CEO de Deutsche Bank se ha apresurado a decir que la entidad es "
sólida como una roca", ni los inversores, lanzados a la adquisición de nuevos CDS, ni los analistas parecen creérselo. Deutsche Bank
podría ser el inicio de una nueva crisis bancaria.
Como se analiza en este artículo de El Confidencial, hay diferencias y semejanzas respecto a Lehamn Brothers y su espectacular desaparición en otoño de 2008. Por un lado, la tendencia de las bolsas a la baja, el decrecimiento de un sector de inversión clave, y la fragilidad económica internacional son factores de riesgo. Por otro, hay circunstancias que difieren a las de hace ocho años: la caída del petróleo, al contrario que el estallido de la burbuja inmobiliaria, sí genera ganadores; la mayor previsión de los organismos económicos y financieros internacionales; y la ausencia de alternativas a la bolsa.
Suena mal. ¿Qué nos pasaría a los demás?
Qué nos está pasando, más bien. Las bolsas europeas llevan en caída libre varios días. El Ibex 35, en concreto,
bajó de los 8.000 puntos, aunque ayer los parqués tanto de Madrid como de Milán
repuntaron de forma ligera. Pese a que Deutsche Bank afirma contar con fondos suficientes para acometer los intereses de su gigantesca deuda, un posible impago se contempla como un escenario de altísima volatilidad para la banca europea. Por lo pronto, el resto de bancos de inversión internacionales se están viendo arrastrados en su caída: CitiBank, Bank of America, UBS, Credit Suisse, Goldman Sachs, JP Morgan. Todos caen.
0 Responses to "Qué está pasando con Deutsche Bank y por qué tiene asustado a todo el mundo"
Publicar un comentario