Delincuencia
infanto juvenil: entre la miopía de la política pública y agudización de los
valores del modelo económico.
Por Marco Silva
http://www.lemondediplomatique.cl/Delincuencia-infanto-juvenil-entre,4424.html
Con
nostalgia al equipo PLAE Lacustre, CIEM Villarrica.
Durante
los últimos diez años, se ha venido marcando una clara tendencia en los medio
de opinión pública, comunicación, estadísticas de universidades, dispositivos
policiales y judiciales, referida a la participación de población en edad
infanto juvenil en actividades delictivas y en la generación de mayor
importación de violencia en la comisión y reproducción de estas prácticas. La
delincuencia como fenómeno propio de procesos de desadaptación e inadaptación
social (Valverde, 1996) va configurando un entramado de alta complejidad para
quienes trabajamos en los diferentes dispositivos que pretenden su
interrupción, neutralización y posterior reinserción. Una de las principales
dificultades detectadas, es la ambivalencia desde la que se materializa la
concepción que da origen a la política pública.
La
construcción de sectorizaciones que desde la política pública intentan mitigar,
neutralizar y reducir las reincidencias en las trayectorias delictivas en niños
niñas y adolescentes, no logran observar que estos esfuerzos técnicos, humanos
y logísticos, carecen de total sentido, mientras en lo macrosocial y en lo
cultural, la política pública no problematice, sancione ni cuestione todas
aquellas actividades teñidas por los valores propios del modelo económico
hegemónico agudizado por los gobiernos transicionales y que se ha instalado en
el ADN de la identidad nacional: la competencia, el lucro y la codicia.
Nuestra
sociedad se sorprende con la violencia de los niños, niñas y adolescentes que
asolan en portonazos en el barrio alto de Santiago o delinquen cotidianamente
en calles, supermercados y centros comerciales. Sin embargo no se detiene a
observar la señal que todas las estructuras sociales del Chile de hoy transmiten
transversalmente a quienes se encuentran en situación infanto adolescente de
conflicto con la ley. Esta señal es determinada por la idea (representación) de
que “ganar” es lo realmente relevante. No importando los medios para la
obtención de los fines.
Es
así como el mundo económico y sus actores se ven en directa práctica
contranormativa en las ya cotidianas colusiones en diferentes servicios y
empresas. Las instituciones de orden y seguridad hacen lo propio en el
milico-gate, para que hablar de la clase política y el financiamiento trucho de
las campañas, finalizando con Dávalos y el tráfico de influencias en medio de
una familia presidencial que aposto por un gobierno de igualdad. Lo
desadaptativo, lo delictivo, el abuso y la ausencia de sentidos de alteridad,
no solo es patrimonio de nuestros niños, niñas y adolescentes infractores de
ley. Es el conjunto de nuestra sociedad la que ha sido capturada por la
generación de sentidos donde lo delictivo es camino legítimo para la generación
de la máxima del desarrollo: la riqueza.
La
radiografía país, nos ha venido develando desde hace aproximadamente cinco años
que la organización social, política y económica del Chile Neoliberal, tolera
el abuso y el delito como medio de generación de riqueza. El foco de la
intervención por tanto debe re-dirigir también su mirada necesariamente a las
formas de organización social y comunitaria que se han venido consolidando a
partir de la transición y la consolidación del neoliberalismo como vector de la
construcción nacional. La suplantación de los valores de alteridad, solidaridad
y bien común, han sido desterrados por un conjunto de valores asociados a la
competencia, el lucro y la codicia, los se han situado en el núcleo de la
cultura nacional.
Desde
la perspectiva descrita la violencia y la delincuencia de los jóvenes
infractores de ley es un producto más las prácticas sociales determinadas por
el diseño económico validado por la clase política en su conjunto los últimos
treinta años, pues seguimos sosteniendo que los modos de producción determinan
formas de vida, siendo la presente radiografía la máxima de sus constataciones
empíricas. Pese a ello resulta fundamental en el actual estado de desarrollo
del fenómeno de la delincuencia infanto juvenil, comprender que la organización
de procesos adaptativos en población infanto adolescente excluida y periférica
que reproduce delincuencia, es una complejidad que requiere distinciones de
orden técnico-político al interior del fenómeno. En este contexto se reconocen
los avances que desde el campo teórico y empírico se han desarrollado en el
país para el abordaje del fenómeno, particularmente el desarrollo de la
Universidad de la Frontera de Temuco, quienes liderados desde el Dpto. de
Psicología por los doctores Ricardo Pérez Luco y Alba Zambrano han aportado al
país un modelo de intervención (MMIDA) de alta pertinencia para el trabajo con
delincuencia infanto adolescente y que ha integrando las perspectivas de
experiencias canadienses, norteamericanas y españolas. Logrando compatibilizar
los fenómenos de orden comunitario y cultural con la delimitación de
estructuras de funcionamiento delictivo en jóvenes infractores de ley y
estableciendo categorías de alta pertinencia técnica para una matriz de trabajo
diferenciado que se hace cargo de los funcionamientos delictivos de los jóvenes
en directa duración con las condiciones sociales de producción de estas
practicas. (Silva, 2014).
Los
avances académicos en el plano teórico y empírico requieren un dialogo activo
con una política pública que debe entender que para generar sentido y
pertinencia, debe abrirse a un encuentro reflexivo con otras
institucionalidades y subjetividades, pero por sobre todo, debe brindar una
estocada certera al núcleo estructural de aquello que sostiene la desigualdad,
la exclusión y al lucro como medida de la competencia y el éxito en nuestra
sociedad.
Marco
Silva Cornejo Mg. Ciencias Sociales Aplicadas © Mg. Psicologia Comunitaria
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